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Investigación histórica, grupera y futbolera

Tuesday, July 13, 2010

Una joya editorial vigente. La Historia General de Sonora (1985), a 25 años de su publicación



Por Eduardo Marcos

Este texto fue pensado y hecho con mucho cuidado, aplicando todo mi talento, creatividad, pasión y amor para que quedara de la mejor manera posible. Está dedicado al cronista y microhistoriador JUAN RAMIREZ CISNEROS, de Guaymas.

Hace ya cuatro años (09 de julio del 2006) adquirí con muchos esfuerzos la colección enciclopédica de la Historia General de Sonora (HGS) en una librería local a la que solía ir con bastante frecuencia en aquél tiempo, la versión original integrada por los cinco tomos cubiertos en pasta dura. Esta obra editorial es considerada por varios académicos, historiadores, cronistas y estudiantes como la más grande en la historia reciente del estado y que cerró con broche de oro en materia de publicaciones históricas el sexenio estatal del gobernador, el Dr. Samuel Ocaña García (1979-1985). Quien la posee en algún lugar de su casa, oficina o trabajo, debe sentirse afortunado, ya que hoy en día es muy difícil adquirir la versión original, y si se consigue será a un precio muy elevado.

También hace nueve años cuando cursaba el cuarto semestre de la Licenciatura en Historia por la Universidad de Sonora, tuve por primera vez conocimiento y contacto con esta obra, al revisar unos de sus tomos. Ya había escuchado antes de su existencia entre los alumnos de semestres más avanzados y de los profesores, pero no sabía cómo buscarla para darle una revisada general. Fue entonces que un día me atreví a buscarla en sistema computacional de la biblioteca de la licenciatura. Cuando revisé aquellos tomos quedé algo sorprendido, pues la presentación física no era la más adecuada para una obra editorial como esta: un libro compuesto por hojas a blanco y negro en pasta blanda a color, la cual solía decolorarse con la fricción de otros libros.

Quizás (pensé entre mí) los gobiernos no suelen invertirle mucho dinero a este tipo de proyectos, lo cual es una desgracia sabiendo que la educación, la cultura y las artes son parte del desarrollo intelectual de las nuevas generaciones. Uno de esos tomos que revisé en aquél entonces y que me fascinó mucho por su contenido fue el IV, El Sonora moderno: 1880-1929, quizás por el hecho que en su mayor parte comprendía el contexto de la revolución mexicana, periodo que me fascina mucho y que tuvo efectos importantes en la entidad. Sin embargo meses más tarde en otra biblioteca de la misma universidad, encontré la enciclopedia original y quedé maravillado por la alta calidad editorial de cómo fue elaborada. Aun no entendía porque existía otra versión más “chafona” de la HGS pero lo supe con el paso del tiempo.

Estuve mucho tiempo indeciso en adquirir o no aquella colección original, aunque su precio me pareció un poco elevado. Debido a esta situación fui a consultar a tres grandes personalidades relacionadas con el campo de la Historia local. El resultado fue 2-1 a favor para que adquiera esa colección pues me dijeron que valía la pena. Además también me animé porque al revisarla quedé sorprendido por su excelente estado de conservación: pulcra, sin rayones, sin dobleces, papel no tostado; es decir, como que estuvo durante toda su existencia guardada en una vitrina o un baúl. Incluso aun conservaba el olor de papel nuevo.

Lo único “malo” era que algunas de las portadas desprendibles estaban ya descoloridas. Fuera de eso, cualquiera pensaría que no hace mucho tiempo fue editada e impresa, pero no. Al parecer su primer propietario tuvo la conciencia del valor cultura e editorial de la HGS. Anteriormente meses atrás, también en aquella librería se puso otra a la venta, pero no estaba en las mismas condiciones (muy usada) como la que adquirí en julio del 2006, y también por el mismo precio.

Hoy en este mes de julio pero de 1985, salieron editados los últimos tres tomos de la HGS y aprovechando esta ocasión que se festejan sus primeros 25 AÑOS DE VIDA y que aun sigue vigente y útil para historiadores, reporteros, cronistas, estudiantes, etc. he decidido publicar esta reseña de cada uno de los 5 tomos teniendo como base la versión original pues no existe nada de esto en Internet. En octubre de 1996, un año antes del final del sexenio del gobernador Manlio Fabio Beltrones Rivera, el Instituto Sonorense de Cultura (ISC) decidió reimprimir los tomos por intervalos de dos o tres meses aunque con muchos cambios en su estructura física, que al final de este texto serán comentados.

Principales características de la HGS (versión original de 1985):

1.- Está integrada por cinco volúmenes.
2.- Fue hecha en papel couché mate, encuadernada en pasta dura, con caratula en papel plastificado e ilustrada al estilo de las grandes obras editoriales estadounidenses. Es decir, el gobierno estatal encabezado por Ocaña García no escatimó recursos económicos para que la HGS fuera de la mayor calidad posible, agregando además mapas, tablas, fotografías a color, etc.
3.- Debido a las características físicas de los tomos, en conjunto llegan a pesar cerca de 10 kilos.
4.- El formato de presentación de los textos en los cinco tomos, es a doble columna, con letra Times New Roman a tamaño de 10.5 y a espacio sencillo.
5.- Por esas características de formato antes descritas, para una lectura larga y analítica puede causar cansancio visual en el lector, así como incómodo por el peso de sus tomos (especialmente el II, IV y V que superan las 360 páginas cada uno).
6.- Se editaron 3 mil ejemplares por cada uno de los tomos. El tomo I tiene fecha de edición final el 20 abril, el II el 20 de junio, el III el 15 de julio, el IV el 25 de julio y el V el 30 de julio, aunque según testigos de la época empezaron a distribuirse en septiembre de 1985.

Tomo I. Periodo Prehistórico y prehispánico

Este tomo se divide en dos grandes partes, con un total de 289 páginas. La primera parte lleva por nombre “Geología y geografía de Sonora”, que a su vez se subdivide en dos supuestos capítulos: “Geología de Sonora” de Jesús Armando Escárcega y “Geografía de Sonora” de Raúl Pérez Bedolla. La segunda mitad se titula “Desde los orígenes al siglo XVI”, que subdivide en tres capítulos: “Desde los orígenes hasta 3000 años antes del presente” del chileno Julio César Montané Martí, “Sociedades agrícolas” de Ana María Álvarez Palma y “Cazadores-recolectores y agricultores del contacto” de María Elisa Villalpando.

Ninguno de los autores del tomo era historiador de formación profesional, sino arqueólogos y antropólogos principalmente que estaban asignados al entonces Centro Regional INAH Noroeste con sede en Hermosillo, Sonora. Por ser el primer tomo de la HGS, éste incluyó una breve “Presentación oficial” hecha por el gobernador Ocaña García, un “Prólogo” muy detallado de Armando Hopkins Durazo (Presidente del Comité Administrador del Proyecto HGS) en el cual explicaba el origen y forma trabajo que se realizó para hacerla realidad y también una “Introducción general” de toda la obra por parte del escritor sonorense Gerardo Cornejo Murrieta, en la cual explicaba cuál fue el objetivo e intereses que se buscaron con su elaboración. En este primer volumen ninguno de los cinco autores asume el papel como “coordinador”, aunque siempre se hace referencia que fue el arqueólogo Montané.

Material didáctico: contiene mapas; ilustraciones (a color y blanco y negro) de figuras, planos; fotografías (a color y a blanco y negro) de paisajes, artefactos arqueológicos; tablas numéricas; cuadros con notas informativas; relación bibliográfica correspondiente a cada uno de los capítulos (la mayoría en el idioma inglés). Quizás por existir pocos trabajos sobre la etapa protohistórica y prehispánica de Sonora en aquellos años, este tomo haya resultado uno de los más “delgados” por su número de páginas.

Tomo II. De la Conquista al Estado Libre y Soberano de Sonora

Este tomo se divide en once detallados capítulos (I- XI) con un total de 365 páginas, los cuales a su vez se subdividen en temas y estos en subtemas sin contar con un sistema numérico de clasificación. Además incluye una amplia introducción. Fueron siete los investigadores que intervinieron en esta obra, la mayoría con formación profesional en Historia que pertenecían al Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM destacando los nombres de Sergio Ortega Noriega e Ignacio del Río quienes a su vez fungieron como coordinadores. El periodo de este tomo comprende desde el descubrimiento de América (en 1492), pasando por el proceso de exploración, conquista y colonización de la mayor parte del continente hasta la división política entre Sonora y Sinaloa (que constituían el Estado Unido de Occidente) en 1831 aunque esto último ya de manera breve.

El amplio contenido y complejo proceso socio-histórico que el hoy estado de Sonora experimentó como una provincia política-administrativa del Virreinato novohispano, estuvo sumamente ligado a los eventos que se presentaron en la capital virreinal. Por lo tanto, no es posible aceptar que en Sonora hubiera existido un proceso aislado en el que sus antiguos colonos no estuvieran enterados de lo que pasaba en otras partes. No hubo tal aislamiento como creen (o suponen) algunos cronistas e historiadores regionalistas.

El contenido y la forma de este tomo son de una alta calidad en la construcción y argumentación de parte de los autores que utilizaron fuentes primarias de doce acervos (entre archivos y bibliotecas; públicos y privados) tanto del estado de Sonora, de otras partes del país y del extranjero como fue del Archivo General de Indias (AGI) con sede en Sevilla, España. Por supuesto hicieron uso de una vasta bibliografía como textos en inglés, memorias personales, impresos, colecciones históricas, ponencias y libros reimpresos.

Material didáctico: contiene mapas; fotografías (históricas y actuales) de construcciones, artefactos, paisajes, de documentos históricos (libros o textos), de pinturas, planos y personajes; tablas numéricas; cuadro con notas informativas, etc. Debido a su bien contenido y elaboración, años más tarde los autores de este tomo decidieron constituirlo como un libro independiente que tuvo por nombre Sonora. Tres siglos de Historia (1521-1821) bajo el sello editorial de la UNAM (1993) que contó con 712 páginas. Aunque para esta nueva edición el formato fue más flexible en peso porque se eliminó más del 70% del material didáctico original (mapas, ilustraciones, tablas).

Tomo III. Periodo del México Independiente 1831-1883

De los cinco tomos de la HGS, éste ha resultado el más cuestionado y sujeto a críticas tanto por su contenido, estilo y número de colaboradores que trabajaron en él. Solo intervinieron dos investigadores: el académico Armando Quijada Hernández y el abogado Juan Antonio Ruibal Corella; el primero es profesor normalista y el segundo se desempeña como notario público, aunque ninguno realizó estudios formales en Historia. A ambos se les ha criticado el hecho de porqué solo emprendieron la realización de este tomo, cuando se pudo haber contado con la participación de más colaboradores en amplios conocimientos en teoría y metodología histórica para haberse escrito un buen tomo de todo lo que experimentó Sonora durante el complejo siglo XIX. De ahí que este volumen sea el más breve en cuanto a número de páginas con un total de 235.

Pero la crítica más fuerte que sus autores han recibido es que el contenido fue escrito con el estilo de la “historia de bronce”, aquella que tiene como eje central las actuaciones de héroes, caudillos o gobernantes que han sido inmortalizados en estatuas de bronce y que son honradas en sus fechas anuales, y que no toma en cuenta causas, efectos y consecuencias de las circunstancias de los mismos sucesos en lo que estuvieron involucrados los protagonistas. Buena parte del contenido de este tomo se deriva de trabajos que sus autores ya habían editado años atrás: me refiero a las ponencias que ambos presentaron de manera individual en los Simposios de Historia que organizó la Universidad de Sonora entre 1976 y 1984. Esto puede dar a entender que existió un favoritismo del Comité del Proyecto de la HGS hacia ellos o que haya existido un egoísmo de estos por evitar la participación de historiadores de formación.

El tomo se compone por trece capítulos (I-XIII). Aunque pudiera pensarse a priori que no habría divisiones de capítulos por ser dos autores, sí hubo. Los primeros cinco estuvieron bajo la responsabilidad de Quijada Hernández, los cuales abarca desde la primera división política del entonces Estado Unido de Occidente (1824) hasta el año de 1850 cuando ya el actual estado de Sonora experimentó los terribles efectos de la epidemia del cólera morbus y al fuerte éxodo de cientos de sonorenses al recién creado estado de California, producto de la llamada “fiebre del oro”, eventos que influyeron para la entidad padeciera un fuerte descenso en su demografía.

Los restantes ocho capítulos quedaron bajo responsabilidad del licenciado Ruibal, los cuales comprende desde la pérdida del territorio de La Mesilla (en diciembre de 1853) hasta la caída del gobernador constitucional Carlos Rodrigo Ortíz Retes en enero de 1883. Se resalta que Ortíz ha sido el ciudadano más joven en la historia de Sonora en ser nombrado gobernador con tan solo 29 años de edad, y el primero que se interesó y preocupó para que en la entidad se construyera institutos educativos de enseñanza media y superior, lo cual no fue posible por las trabas de sus enemigos políticos, principalmente de Ramón Corral quien años más tarde se distinguió por su fuerte vínculo político con Porfirio Díaz.

La mayoría de los capítulos de Ruibal se derivaron de tres libros de carácter histórico que él mismo escribió años atrás: …¡ Caborca se cubrió de gloria!... (1976), Perfiles de un Patriota (1979) y Carlos R. Ortíz. El federalista (1984), los cuales son interesantes por las aportaciones que da a conocer. El mismo Ruibal fungió a la vez como coordinador cuando no era necesario porque solo fueron dos autores. Además este volumen presenta varias lagunas de sucesos históricos que con el paso de los años han sido cubiertas con nuevas aportaciones hechas por historiadores de una fuerte formación profesional en el campo.

Material didáctico: contiene mapas, ilustraciones (de personajes, documentos, paisajes), cuadros con notas informativas, fotografías históricas (de personajes, sitios, ciudades), tablas numéricas (aunque pocas comparándolas con el tomo anterior). En 1997 cuando se reimprimió la segunda edición de este tomo, el entonces director del ISC, Carlos Moncada Ochoa, criticó duramente su contenido por el uso indiscriminado de verbos en gerundio de parte de sus autores, así como de expresiones líricas que no son propias para este tipo de trabajos históricos. Esto tuvo respuesta de parte del mismo Ruibal Corella.

Tomo IV. Sonora Moderno: 1880-1929

Este tomo puede considerarse como una obra histórica de alta calidad en forma y contenido para que también pudo ser un libro independiente. En él intervinieron seis distinguidos investigadores (historiadores y antropólogos) entre los cuales resaltan los nombres de Juan José Gracida Romo y la estadounidense Cynthia Radding de Murrieta [sic], que también pertenecían al Centro Regional INAH Noroeste. Radding fungió como coordinadora del tomo. Además de los seis autores, se dio crédito a trece auxiliares de investigación, algo que sucedió en los tres tomos anteriores, si es que los hubo.

Consta de nueve amplios capítulos en 380 páginas que incluye además agradecimientos, presentación, introducción y conclusiones. No existe una sección única de “Fuentes” como venía sucediendo en los tres volúmenes anteriores, pues cada capítulo cuenta con su propia relación de archivos y bibliografía utilizados. Este tomo comprende el periodo histórico que va desde el ascenso del general Porfirio Díaz al gobierno federal (noviembre 1876) hasta el fracaso de la rebelión escobarista (1929) que en Sonora se denominó “La Renovadora” que se emprendió en contra del general Plutarco Elías Calles por “apoderarse” del Ejecutivo federal tras el asesinato del general Álvaro Obregón cuando éste resultó presidente electo para el periodo 1928-1932.

Los nueve amplios capítulos a saber son: “I. Génesis y consolidación del porfiriato en Sonora (1883-1895)”, de Gracida Romo; “II. El Sonora moderno (1892-1910)”, también de Gracida Romo; “III. Los indios de Sonora ante la modernización porfirista”, de Alejandro Figueroa Valenzuela; “IV. La tecnología en la modernización de Sonora”, de Roberto Jiménez Ornelas; “V. La comunidad china en el desarrollo de Sonora”, de Evelyn Hu- De Hart; “VI. El maderismo en Sonora y los inicios de la Revolución (1910-1913) y “VII. El triunfo constitucionalista y las reformas en la región (1913-1919)”, ambos de Radding; “VIII. La reconstrucción del modelo de progreso (1919-1929), de Radding y de Rosa María Ruiz Murrieta; y el “IX. La revolución mexicana y los indios de Sonora”, también de Figueroa Valenzuela.

Cada uno de estos capítulos se subdivide en temas y estos a su vez en subtemas en los que sí existe un sistema numérico. En las conclusiones de este tomo, Radding se hace la siguiente pregunta: “¿Por qué triunfo el grupo sonorense en la revolución?”, a lo que ella responde de manera breve por tres situaciones: 1).- Por contar con un programa de restructuración del Estado nacional, basada en una economía de corte capitalista y la construcción de un nuevo consenso político. 2).- Porque la región productiva de la entidad ya no sufrió los desajustes y crisis producto de la guerra civil de 1915. De ahí en adelante nunca se vieron afectados en su economía. 3).- Por la profesionalización de sus fuerzas revolucionarias, así como la experiencia que adquirieron en 1911 y 1912. Los métodos de disciplina, financiamiento y equipamiento de sus fuerzas armadas fueron casi exclusivos en comparación a los otros caudillos regionales que empleaban.

Material didáctico: contiene ilustraciones (de personajes, documentos, de publicidad, de murales); fotografías actuales e históricas (a blanco y negro y color; de edificios, de herramientas, personajes, plazas); mapas, tablas numéricas, cuadros con notas informativas y una amplia relación cronológica de eventos políticos y militares que ocurrieron entre 1913 y 1919, tanto en contexto estatal como en el nacional.

Tomo V. Historia contemporánea de Sonora, 1929-1984

Este tomo comprende el periodo que va de 1929 (año del inicio de la crisis mundial) hasta 1984, un año antes del final del sexenio del gobernador Ocaña García. De todos los tomos de la HGS, este agrupó a más autores con catorce en total; el coordinador recayó en Gerardo Cornejo Murrieta, quien extrañamente no fue uno de los autores.

Se divide en ocho grandes apartados, los cuales comprenden veintiún capítulos (I-XXI) con un total de 387 páginas. Los ocho apartados son los siguientes: Primera parte, “Tiempos de ajuste: 19126-29” con los capítulos I y II; Segunda “Crisis y recuperación: 1930-1940”, capítulos III, IV, V y VI; Tercera “Los tiempos de Cárdenas: 1936-1940”, capítulos VII y VIII; Cuarta “La gran expansión agrícola”, capítulos IX y X; Quinta “Hacia una sociedad urbana-industrial: 1955-1984”, capítulos XI y XII; Sexta “La vida en la sierra”, capítulos XIII, XIV y XV; Séptima “Las etnias originarias”, capítulos XVI, XVII y XVIII; y Octava “El desarrollo de las instituciones educativas y de las artes”, capítulos XIX, XX y XXI.

Otra peculiaridad relevante de este tomo, es que fue escrito con un estilo no histórico, no solo por el periodo de estudio que comprende sino porque los autores que la escribieron eran investigadores con formación profesional en economía, ciencia política, antropología, sociología y demografía. La mayoría de ellos en ese entonces trabajaban en el recién creado El Colegio de Sonora quienes con el paso de los años se consolidaron y alcanzaron el grado de doctor en sus respectivas áreas. Parte de la “Introducción general” de Cornejo Murrieta que se plasmó en el tomo I, nuevamente retomada para explicar que en este tomo se hizo una historia de procesos económicos, políticos, sociales y culturales que experimentó la entidad sin tener como ejes centrales a héroes, líderes políticos, militares o gobernantes como sucedió en el tomo III.

Por ser una investigación de carácter contemporánea y en la que fue posible aun encontrar con vida a varios actores (individuales como colectivos; protagonistas o espectadores) para aplicarles entrevistas; de hemerografía (periódicos) tanto locales, nacionales e internacionales; de archivos públicos (locales y nacionales), de informes de gobierno del estado, anuarios estadísticos (económicos y de población) y por supuesto de una amplia relación bibliográfica (libros, revistas académicas, ponencias).

Material didáctico: contiene ilustraciones de periódicos, directorios, publicidad; fotografías (históricas y actuales; a color y blanco y negro) de trabajadores, políticos, paisajes rurales, construcciones; tablas numéricas; mapas; gráficas, cuadro con notas informativas.

Tres años después en 1988, El Colegio de Sonora publicó una segunda edición independiente, pero ahora en un formato, más flexible en peso y formato que llevó por nombre Historia Contemporánea de Sonora, 1929-1985 con un total de 712 páginas, aunque para esto se tuviera que suprimir el 70% de las ilustraciones, fotografías, tablas y mapas de la versión original (algo muy parecido al tomo II). En esta segunda edición se presentaba ahora una “extraña” clasificación del equipo que intervino en tres secciones: a).- “Autores” con tres; b).- “coautores” con dos; c).- “Colaboradores” con nueve, y el coordinador que siguió siendo Cornejo Murrieta. Desde mi punto de vista, esta clasificación me pareció innecesaria sobre todo en el caso de “autores” y “coautores” pues no veo cual es la relevancia. Hubiera sido mejor “autores” y “colaboradores”. En 1997 cuando salió la segunda edición de este volumen, se volvió a editar esa misma clasificación.

Comentarios sobre la controvertida segunda edición de la HGS

En el último año del sexenio del licenciado Beltrones Rivera, a través del ISC bajo la dirección del licenciado Carlos Moncada Ochoa, se volvió a (re)editar esta obra sin modificar su contenido y formato de edición originales. Pero solo que ahora por cuestiones de “ahorro presupuestal” las páginas fueron editadas en papel bond (corriente), con reproducciones a blanco y negro al 100% por lo que las imágenes/ fotografías a color ya no se apreciaron como antes. Debido a esta situación, el tomo I fue el más afectado pues se eliminaron varias imágenes, resultado ahora con menos páginas con respecto a la versión original. Otro cambio físico fue que en vez de la pasta dura con la caratula plastificada, las hojas fueron cubiertas por una portada hecha con cartoncillo y que por lo tanto el ejemplar quedaba expuesto a un rápido deterioro, además como el descoloramiento de la misma por la fricción con los otros tomos o libros.

Por si fuera poco a los cambios antes mencionados, en algunos tomos se presentó el “deshoje” de páginas pues en realidad no eran cuadernillos cocidos, sino copias fotostáticas de los originales que fueron pegadas a presión y que por supuesto ha sido también crítica de parte de los autores originales de la HGS. A excepción del tomo I (octubre, 1996) en el que aparece la “Presentación” hecha por Beltrones Rivera y se reconoce la labor de Ocaña García, en el resto de los tomos ya no se da el respectivo crédito a los miembros del Comité de este proyecto editorial de 1985. Además en ese primer tomo se incluyó un “Prologo” del mismo Moncada Ochoa y la reproducción total (facsimilar) de la “Introducción general” de Cornejo Murrieta que apareció en el tomo I de 1985.

Y como algo extraordinario, el ISC decidió agregar a la HGS un sexto tomo que abarcó los sexenios del ingeniero Rodolfo Félix Valdés (1985-1991) y de Beltrones Rivera (1991-1997), el cual fue elaborado por especialistas desconocidos para el mundo de los historiadores, antropólogos y sociólogos, a excepción del licenciado Fernando Tapia Grijalva que es muy conocido. Este tomo extraordinario también ha sido blanco de críticas por su baja calidad en contenido, estilo y formato de edición, y que una vez que lo revisé minuciosamente más bien parece un compendio estadístico de esos dos sexenios en materia de economía, educación, seguridad pública, democracia y cultura que abarcan casi 180 páginas.

En este sexto tomo (publicado en octubre de 1997), Moncada Ochoa agregó una amplia “Introducción” explicando el porqué esta segunda edición, como se gestó y todas las circunstancias que rodearon esta iniciativa para reproducirla. También hizo críticas, comentarios, halagos a cada uno de los cinco tomos originales que escribió en su momento (1985), predominando las primeras que fueron más fuertes para el número III y V. En éste último Moncada da a entender que su contenido fue una “historia sesgada y prejuiciada” en particular el capítulo titulado “Capítulo XII. Cambios en el horizonte político” de Rocío Guadarrama porque omitió cierta documentación y la versión oral de otros actores que se vieron involucrados en algunos movimientos activistas, estudiantiles, políticos y sociales sucedidos entre 1960 y 1980, que a Moncada Ochoa le tocó vivirlos a plenitud. Esto viene a contradecir la “objetividad científica” de lo que Cornejo Murrieta detalló en la “Introducción general”.

Ya para concluir, puedo asegurar que esta obra editorial a pesar de sus errores, omisiones o deficiencias que se le encuentren, seguirá siendo una referencia obligada en el campo de la historiografía sonorense en aras de fortalecer o llenar temas históricos que no fueron profundizados. Por último yo me puedo sentirme afortunado de contar con la HGS completa en su versión original, la cual en muchos de los casos solos las llamadas “Vacas sagradas” en Historia de ésta o de aquella institución o centro de investigación tienen el privilegio de tenerla, pero yo que no lo soy sí puedo decir que cuento con ella.

Fotografía: Los cinco tomos de la HGS, versión original de 1985. Eduardo Marcos.

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